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El gran objetivo de Elon Musk, que SpaceX lance un cohete cada semana [VÍDEO]

SpaceX sigue dando de qué hablar y su CEO Elon Musk planea que este sea el año más productivo, en la corta pero exitosa historia de esta empresa aeroespacial.

La compañía del magnate sudafricano culminó el 2021 asegurándose otros 337 millones de dólares, para llegar a 1.85 mil millones en financiación total.

Y si bien hay evidencia que los negocios con los lanzamientos de la Dragon y el Falcon son rentables, SpaceX sigue desarrollando otros ambiciosos proyectos que requieren mucho dinero.

A pesar de los retrasos que ha ocasionado la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos, la FAA, el plan de SpaceX sigue firme. Es muy posible que este año veamos volar varios de sus nuevas naves y cohetes al espacio.

Y en este vídeo os haré un poco de resumen de cómo está yendo todo en SpaceX:

Dejo la transcripción del vídeo a continuación si prefieres leerlo:

En diciembre de 2021, Elon Musk reveló sus planes de mejorar la Starship al expandir sus tanques de propulsión y añadir hasta tres motores Raptor, que potencialmente significan hasta un 50% más de potencia para el cohete.

También puedes leer: Mechazilla, la torre de 143 metros que atrapará los cohetes de SpaceX [VÍDEO]

Piensa que la nave Starship junto al Super Heavy, será el cohete más grande jamás construido por la humanidad.

Su conjunto medirá 120 metros de altura. Por ejemplo, el cohete Saturn V de la NASA que llevó al hombre a la Luna medía 111 metros.

Pero, no solo eso, según Musk, la potencia que alcanza la Starship es más del doble que la  del Saturn V.

El sistema consiste en dos elementos:

Una primera etapa, llamada Super Heavy, y la nave Starship que se sitúa sobre esa primera etapa.

Ambos elementos están diseñados para ser completamente reutilizables y la Starship podrá repostar en órbita.

Además, si los planes se cumplen, sería posible lanzar un Starship cada seis u ocho horas, mientras que el Super Heavy podría reutilizarse cada hora, pudiendo además poner en órbita cargas útiles de hasta 150 toneladas.

Y gracias a ese avance, el coste de las misiones se podrá abaratar de forma notable. De hecho Musk hablaba de que, podría ser una cantidad de unos pocos millones de dólares por vuelo, incluso podría bajar por debajo
del millón de euros.

Y claro, eso son números de locura si atendemos a los estándares espaciales.

Para Musk, esos números hacen factible no solo llegar a Marte, sino colonizarlo.

Musk estima que será necesario transportar cerca de un millón de toneladas de material al planeta rojo para poder establecer allí una colonia autosostenible.

Pero antes de ir a Marte, la idea es llegar primero a la Luna.

Y por ejemplo, el multimillonario japonés Yusaku Maezawa, ya reservó un vuelo alrededor de la Luna en 2018, y esa misión podría tener lugar el año que viene.

Pues bien, como os decía, la mejora en potencia de la Starship es más que evidente.

Hoy sabemos, que el motor Raptor 2 ya opera rutinariamente a una presión de 300 bar en su cámara principal.
Esto es un avance sustancial considerando que en 2019, el Raptor llegaba a una presión de 269 bar.

Y si bien los motores Raptor 1 y la versión 1.5 aún no han hecho su debut en lanzamientos hacia la órbita, ya se sabe que el Raptor 2 tiene un diseño que le permite crear hasta un 25% más de empuje que su versión anterior.

Esto es gracias a la expansión del diámetro del cuello del motor, sacrificando algo de eficiencia para aumentar la densidad de la potencia.

Quizás faltan meses para que veamos al Raptor 2 en acción, pero el progreso es notable, y la Starship espera.

Ahora bien, hablemos de las misiones Starlink.

Unas misiones que comprenden la mayoría de los despegues en este primer trimestre del año.
Recordemos que Starlink es la misión de SpaceX que consiste en crear una constelación de satélites para llevar acceso a internet a todo el mundo, sobre todo a los millones que no tienen conexión de alta velocidad.

O por ejemplo, Elon Musk anunció que los Starlink ya están activos en Ucrania, mientras el país sufre cortes de energía por la invasión rusa.

Pues bien, en este 2022 se completó con éxito una primera etapa.

Cuando el Falcon 9 B1062 despegó la primera semana de enero con 49 satélites Starlink V1.5.

Pero, en otro lanzamiento, en este caso el 3 de febrero, otro Falcon 9 puso en órbita 49 satélites Starlink.

Una misión que no fue bien, y es que resulta, que al siguiente día, los aparatos se vieron significativamente afectados por una tormenta geomagnética, ocasionada por el viento solar.

Estas tormentas hacen que la atmósfera se caliente, aumentando la densidad atmosférica en la órbita terrestre baja, donde se encontraban los satélites.

Los especialistas de SpaceX activaron una función de modo seguro del desplazamiento de los satélites para minimizar el arrastre y protegerlos de la tormenta geomagnética.

Sin embargo, el incremento de la resistencia a bajas altitudes obstaculizó las maniobras de corrección de órbita, y hasta 40 satélites regresarán o ya regresaron a la atmósfera terrestre.

Y según la compañía, esos aparatos no representan una amenaza  para otros satélites, ya que están diseñados para desintegrarse completamente al volver a entrar en la atmósfera, sin que se generen desechos orbitales, ni impacten en la superficie.

Y eso no es todo, porque los planes de Musk apuntan a lograr hasta 55 despegues al año, aunque seguramente la FAA lo haga imposible.

Ojo, que en 2021 también pudieron haber llegado a un número similar, pero la producción de los satélites se vino abajo a mitades de año, ya que la transición de la versión 1 a 1.5 fue mucho más compleja de lo esperado.

Además, SpaceX también planea hacer hasta 40 misiones comerciales no relacionadas con Starlink.

Queda claro que muchos de esos vuelos se trasladarán al año que viene, pero el hecho es que la compañía tiene como objetivo superar los 31 lanzamientos del año pasado.

Y es que SpaceX afirmó que 7 de sus 8 Falcon 9 activos, han despegado al menos una vez en los últimos dos meses.

Por otro lado, los científicos de la empresa también se encuentran trabajando arduamente en el desarrollo de los brazos tipo palillos chinos que sirven para el despegue, y algún día quizás también servirán para atrapar
a sus cohetes en el regreso a la superficie.

Incluso Elon Musk explicó en un vídeo como la torre de aterrizaje del propulsor Super Heavy será tan compleja como el cohete.

Ya que tendrá estos dos brazos móviles tipo chopsticks o palillos chinos, que atraparán el cohete al vuelo durante su descenso, como muestra esta animación.

Y es que desde 2020, SpaceX ha estado desarrollando la idea para que sus cohetes no tengan que volver directamente a la superficie y evitar esos aterrizajes forzosos que ya hemos presenciado y que hacen que los artefactos se dañen o tarden más en poder reutilizarse.

Los Falcon, al ser más pequeños, son livianos pero los Starship, a los que se les quieren añadir los tres motores Raptor, podrán lanzar hasta 200 toneladas de carga útil a órbita, con recuperación del cohete.

El plan es atrapar los Super Heavy e incluso las Starship, con el objetivo de ahorrarse la  masa que necesita para aterrizar de nuevo en sus patas y permitiendo que se reutilice la nave sin que toque el suelo.

Todo esto significa refinar una nave que nunca ha volado.

Y basándonos en la simulación que mostró Musk, la solución puede ser peor que el problema.
Al desacelerar lo más rápido posible y hacer los fuegos de aterrizaje cortos, el Falcon ahorra propulsión en su recuperación.

Pero en el modelo, atrapar el Super Heavy, significa aterrizar en un punto pequeño de acero en los palillos chinos.

Este descenso tiene que ser súper lento y preciso, casi sin margen de error.

Parece  una misión no sólo imposible sino peligrosa, pues ya sea el Falcon o el Super Heavy, de haber cualquier desviación lateral, el cohete se caería de los pilares hasta explotar en la superficie.

El descenso además consumiría mucha más propulsión en un Super Heavy, que el aterrizaje que aplica actualmente el Falcon 9. Esto hace aún más difícil los cálculos físicos necesarios para este tipo de aterrizaje.

En fin, todo este proyecto de atrapar las naves es ambicioso, pero no se sabe aún qué tan útil o posible sea.
Pero, la lucha de SpaceX este año no solo será contra la física, o más bien junto a ella, sino con la burocracia.

Y es que la FAA ha vuelto a retrasar su decisión sobre la zona de lanzamientos de SpaceX.

Un retraso que sigue perjudicando al primer vuelo orbital de la Starship.

Y con este retraso, es la segunda vez que la Administración Federal de Aviación vuelve a pausar su decisión sobre la compañía, la cual está a la espera de este pronunciamiento oficial para intentar el primer lanzamiento orbital del Starship.

Pero, de todos modos, SpaceX sigue con el mes de julio marcado en su calendario para los primeros vuelos de la Starship.

El gigantesco cohete que actualmente es la gran esperanza para llevar al hombre a Marte.

Y por ello SpaceX organizó un evento, para explicar cuál es el futuro del proyecto.

En él, Elon Musk afirmó que este año lograrán poner en órbita la Starship.

Los  primeros prototipos de Starship ya han hecho algunos vuelos preliminares de baja altitud. Pero según Musk, en este punto me siento muy confiado en que llegaremos a la órbita este año.

En fin, será un año emocionante para Elon Musk y su compañía, y esperemos que para la ciencia, pues el objetivo de este asunto es poder llegar a nuevos horizontes pronto y contar con una tecnología espacial apta para expandir nuestros conocimientos sobre el cosmos, colocando seres humanos donde nunca antes hemos llegado.

 

 

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