Un consorcio de 28 socios de 10 países Europeos ha completado la primera fase de desarrollo de los procesadores fabricados en Europa. Ya se ha realizado una prueba de concepto con la conducción autónoma.
La Unión Europea inició en 2018 el proyecto European Processor Initiative (EPI). Su primer objetivo era el diseño y desarrollo de chips europeos de bajo consumo para computación de alto rendimiento (HPC, por sus siglas en inglés). La primera generación de estos semiconductores estaba lista a finales de 2021.
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La primera versión de los procesadores, llamado Rhea, está lista. Ahora comienza la segunda etapa: probar el chip de fabricación europea en prototipos de máquinas de exaescala (1.000 billones de operaciones por segundo) para lanzar versiones finales en el año 2023.
También se ha diseñado y desarrollado un acelerador HPC personalizado conocido como EPAC (European Processor Accelerator) y un microcontrolador integrado para aplicaciones en el sector de la automoción.
Rhea es la primera generación del Procesador de Propósito General (GPP, por sus siglas en inglés) de la EPI. Tiene 29 núcleos RISC-V y se basa en la arquitectura ARM Neoverse V1.
Los resultados revelan que la EPI tiene tecnologías adecuadas para la conducción autónoma hasta el nivel 4, donde el vehículo conduce de forma independiente la mayor parte del tiempo sin necesidad de intervención humana.
